Nos complace llevar a cabo nuestro programa “PAN DE VIDA” en instituciones que se encargan de asistir a mujeres y niñas en condiciones desfavorables como son albergues, reclusorios y casas hogares en diversos países.
Sabiendo el contexto y las circunstancias actuales de algunas poblaciones, nos propusimos educar e impulsar a niñas y mujeres a aprender la artesanía de la cocina en donde incluimos el oficio de panadería para ayudarlas e incentivarlas a fortalecer su autoestima, reconociendo sus habilidades para crear, hacer y forjar sus propios alimentos, especialmente su pan.
Este programa lo establecimos con la fija intención de enseñarles herramientas que se convierten en un medio de acción que contribuye a la rehabilitación de las mismas, para luego ser insertadas nuevamente en la sociedad.
Nuestro Programa “Pan de Vida”, también crea espacios para mujeres y niñas que se encuentran en condiciones judiciales. La finalidad de esta actividad es adiestrarlas y prepararlas en este oficio, fundamentalmente para empoderarlas como creadoras que desarrollan sus habilidades.
El oficio de manipular los alimentos y víveres en la cocina, nos traslada a uno de los oficios más antiguos de nuestra sociedad, especialmente el hacer pan; y nuestro deseo es brindarles ese conocimiento de una forma sencilla, natural y franca que viene acompañado de un halo de alegría y un respiro de esperanza al descubrir que pueden seguir preparándose para convertirse en profesionales en el arte culinario.
Estamos gozosos de saber que nuestros talleres son de bendición para todas aquellas mujeres y niñas que participan, porque los esfuerzos son traducidos en transferencia de educación y discernimiento convirtiéndonos en un instrumento de capacitación. Ellas se empoderan cuando descubren y reconocen sus dones y talentos y en esa misma medida ser utilizados posteriormente de forma proactiva como epicentro de su núcleo familiar y de la sociedad.
Instituciones donde se han llevado a cabo