Una de las premisas de nuestra organización es mantener una mirada piadora y misericordiosa de los asuntos de la humanidad, especialmente cuando hablamos de todas aquellas personas que se encuentran en reclusorios, prisiones y centros penitenciarios.
Hemos establecido este programa impulsando nuestra perspectiva compasiva con la firme convicción de apoyar proactivamente a la restauración y transformación genuina de la mujer como pieza fundamental en la creación, reconociendo su importante papel dentro de la sociedad, examinando sus errores, caídas y faltas.
Sabiendo el riguroso trabajo que ejerce el estado, nos induce a ser parte de las organizaciones que se encargan de visitar a estas reclusas para darle una palabra fresca y de aliento, promoviendo nuestro apoyo que se enfoca en un trabajo interno y encuentro espiritual, obteniendo la mejor parte de la persona, estimulándolas a la formación, educación y preparación dentro del centro penitenciario, buscando facilitar su reinserción social.